Este dispositivo volador no es solo un drone, para sus creadores es más que eso: es una cámara volante
Al contrario que otros drones, Lily Camera se centra en su objetivo. Este dispositivo se define como una cámara-drone que no requiere de una persona para manejarlo a distancia, ya que funciona a través de un GPS que sigue a su objetivo por los aires mientras graba cada movimiento gracias a una cámara que se asemeja a la GoPro Hero3 (12 MPX, 1.080 p, 60 fps).
Para realizar el seguimiento de su objetivo, utiliza el sistema de posicionamiento GPS para rastrear un pequeño dispositivo que la persona lleva en su muñeca o bolsillo. Además, según comentan sus creadores, en un futuro se incorporará un sistema de reconocimiento facial que utilizará para el rastreo de la persona.
Fabricado por la empresa Lily Robotics, Lily Camera vuela por sí sola, siguiendo y captando los mejores momentos. Para iniciar el vuelo, solo hace falta lanzarla al aire, mientras que para que aterrice hay que pulsar el botón de aterrizaje que hay en el rastreador de muñeca.
Otra de las ventajas que tiene esta cámara-drone es que el rastreador de la muñeca informará cuándo la persona esté saltando o cayendo para que la cámara se acerque o se aleje y siempre tenga detectado a su objetivo. Por esta razón, este ingenio volador abre las puertas a utilizarse, principalmente, para la grabación y retransmisión de sesiones deportivas.
Uno de sus inconvenientes que su batería dura únicamente unos 20 minutos, aunque puede alcanzar una velocidad de 40 kilómetros por hora y subir a una altura de 15 metros. Aún quedan algunos meses para que el proyecto esté teminado, pero sus creadores han anunciado que tendrá un precio de venta de 899 dólares (787 euros)
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